1.- ¿Cuánto gana usted, y por qué?. De verdad, no entiendo cómo no es siempre la primera pregunta en cualquier rueda de prensa de los capos del FMI, del Banco Mundial, del BCE, de los barandas del Santander o del BBVA...pienso que debería insistirse en esta pregunta hasta que fuera satisfactoriamente contestada.

3.- ¿Duerme tranquilo todas las noches?. Siempre he tenido la secreta convicción de que ellos no pueden dormir por las noches, lo que me temo es que más que por remordimientos, sea porque son incapaces de calmar su avaricia.
4.- De verdad, entre nosotros, su inmensa fortuna no se ha amasado a base (solo) de trabajar ¿a que no?
5.- Cuando se mira al espejo, ¿le gusta lo que ve?
Y muchas más, y otras que seguro que a vosotros también se os ocurrirían. Ahora me doy cuenta de que estas mismas preguntas se nos pueden aplicar a cualquiera de nosotros, y si somos capaces de liberarnos de toda la mierda religiosa y cultural que nos han metido en la cabeza durante siglos, nos daríamos cuenta de tantas tantas cosas....
Para mí la grandes preguntas que se nos plantean en la vida deberían poder ser contestadas con tal simpleza que un niño las entendiera. Esto prácticamente nunca se cumple. Y ello, a mi parecer, es porque las respuestas que nos deberían dar provocarían el inicio de la autodestrucción de la clase dominante, que es quien las contesta por nosotros.
Pero bueno, ¿yo que se?
2 comentarios:
En el punto 3: si hubiera escrito yo el artículo hubiera puesto en vez de secreta convicción, secreta esperanza. Y sí si que duermen bien, porque manejan a su antojo el punto 2.
Un saludoo.
Yo estoy convencido de ello, pero la esperanza es lo último que se pierde
Publicar un comentario