¿En manos de quién estamos?

Inmaduros, implacables, irreflexivos, inconsistentes, intransigentes...
Personas que en algún momento de sus cutres vidas debieron tener algún tipo de trauma por el que nos están haciendo pagar a todos con nuestra sangre. Tal vez, un padre autoritario, tal vez les quitaban el bocata en el cole, tal vez les daban de collejas en los recreos, tal vez comprendieron lo que era de verdad el poder demasiado pronto...

Personas que nos cuentan por activa y por pasiva que hemos estado viviendo por encima de nuestras posibilidades, y con sus actos, sus beneficios cada vez mayores, sus sueldos cada vez más altos, nos muestran claramente que somos NOSOTROS, no ellos, quienes vivíamos por encima de nuestras posibilidades. Ellos, creo yo, aún están por debajo de sus posibilidades. Y esas posibilidades, y de eso estoy estoy convencido, se las estamos dando todos nosotros cada minuto.

Legiones de imbéciles mentales con grandes carencias afectivas e intelectuales, que apoyan sus decisiones en algoritmos de ordenador trucados. Gentuza que como mayor apoyo intelectual, ponen de moda cosas tan banales como las greguerías de Gomez de la Serna. Infrahumanos, que deciden qué país va a ser negocio mañana, y qué deuda pondrán a la venta pasado mañana.

Intelectuales, profesionales liberales, autónomos de élite (no de los que trabajan, de los otros) resentidos con todos aquellos plebeyos que osaron ganar dinero en tiempos de bonanza, simplemente porque hacía falta gente que pusiera tochos en las paredes para que otros (contra los que parece que no va la cosa, vaya usted a saber por qué) se enriquecieran como nunca habían soñado. Pues, amigos, y alguien tiene que decirlo, si los paletas se forraban, sus patronos nadaban en dinero, como el tío Gilito. Los paletas estan ahora en el paro. Sus jefes son presidentes de clubes de fútbol o cosas peores. Hablar solo de una parte es de una bajeza moral clara.

Medios de comunicación, tertulianos, economistas y políticos que hace buena esa frase que dice "qué buen vasallo, si hubiera un buen señor".  Si desde el llamado antaño "mundo libre" (JA!!!!), se critica abiertamente (y con razón, qué duda cabe) el dominio absoluto del pensamiento de la población en los regímenes totalitarios, ¿por qué no encontramos en los mass-media opiniones en contra del sistema?. Porque haberlas, háylas, y tan autorizadas como las que nos dan la matraca desde cualquier medio mayoritario de Occidente.

Gentuza, que cuando no tienen argumentos, hablan de darse un baño de realidad, cuando deberían hablar de una dosis de cobardía, que miran por encima de los hombros a los que hasta hace bien poco soñaban junto a ellos con mundos mejores, los mismos que confiaron ciegamente en ellos, esos que les dieron carta blanca con su voto. A esos, ahora les llaman poco realistas, poco informados. Les miran con conmiseración, y les llaman "el pueblo sabio" de la misma manera que un amo llama listo a su perrito.

Y luego, tambien, estamos en manos de nosotros mismos. Una ciudadanía que aun hoy, pisoteada su dignidad hasta el máximo, sigue ciega, sigue creyendo que ya no hay clases ni lucha de clases, piensa que el mayor de sus problemas es cuanto interés le va a pedir el banco por un crédito, y si está en paro sería capaz, atención (y a esto hemos llegado por nuestra absoluta obcecación en defensa del sistema), sería capaz de trabajar de cualquier manera, cobrando lo que fuera, y las horas que haga falta. Sin decir ni mu, y de propina machacando a los que aún tienen coraje para quejarse. El modelo Chino, al que algunos gustan aun de llamar comunista (mola llamar comunista al régimen más brutalmente capitalista del mundo ¿a que sí?), está a la vuelta de la esquina. Y eso, amigos, no lo neguemos, lo estamos consiguiendo entre todos. Porque todos estos de los que hablo, lo repito una vez más, sin nosotros NO SON NADA.

¿Qué iban a hacer, ponerse ellos a trabajar?.


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