El Marianómetro. Tercera Medición. Las gallinas que entran por las que salen

El líder, levitando

Es, me dice otro colaborador, digno de consideración el esfuerzo de contención de las líderes del PP, en cuanto al vestuario que tuvieron el gusto de usar el día de la celebración del triunfo azul. Excepto, claro, Doña Esperanza, que va a su aire, y lo mismo que transgrede las normas con aquellos legendarios calcetines caídos, hace ver que quizás no llega a final de mes por tanto dispendio en collares y pulseras.

El resto bien pudieran haber ido a un convento de clausura, o a una fiesta minimalista radical. El caso es que, con la que está cayendo, no está mal ser sobrio, excepto quién ya he dicho, que está fuera de toda duda, al ser poco más que mileurista. Como ya dije, aquí los puntos los doy y los quito yo, y eso se merece un punto positivo, de modo que ahí va:

Nivel del Marianómetro: 

98 + 1 = 99 

Ni que decir tiene que aunque quien decide soy yo, cualquier comentario será acogido como se merezca.

Bien, pues punto positivo. Peeeeeeeero, ahora que veo la foto que acompaña este artículo, no puedo por menos que recordar la vergüenza ajena que sentí al ver ¿botar, sería la palabra? a don Mariano. Noooooo, Marianoooooo, noooooo. Maaaaaal. Además de que no sabe usted sonreir a la fuerza y se nota mucho, no le nace lo de botar, y podía habernos evitado el bochorno. Si no nace, no nace y punto. Y si se hace, se hace bien, que si no, parece que lo hace como cuando dan la mano al vulgo, con asquito. (Aprovecho para decir que aun recuerdo con el mismo bochorno los botes de Zapatero en su ultima celebración.... maaaaaaaaal.)

De modo que, sintiéndolo mucho, y esta vez de oficio, debo volver a quitarle un puntito. Que poco dura la alegría en la casa del ... que poco dura la alegría.

Nivel del Marianómetro: 

99 - 1 = 98