Quizás ésta sea la ocasión en la que más me está costando tomar la decisión de secundar la huelga. Por muchas razones, algunas de las cuales ya ha citado en una buenísima -una más- entrada en su blog, mi amigo Nacho.
Sin embargo, son otras las razones que están inclinando la balanza hacia el lado del sí. Os contaré algunas de ellas, por si os sirven para reflexionar a vosotros:
La primera, y esta es siempre la más determinante en casi todas mis decisiones, es porque creo que es lo que debo hacer. Pienso que de no secundar la huelga, al día siguiente, triunfe ésta o no, yo voy a sentirme mal conmigo mismo. Eso es todo, esta razón no tiene más desarrollo que el que acabo de relatar.
La segunda es porque estoy deseando sentir el calor humano de la muchedumbre que no hace demasiado (me refiero a cuando secundé la última huelga general contra el paquete de reformas neoliberales del PSOE) no cejaron en el empeño de insultarnos, de llamarnos estómagos agradecidos, de acusarnos de insolidaridad con la izquierda (sic.) de este país, de atacar a los sindicatos...estoy seguro de que, derrota electoral mediante, y cual nuevos San Pablos, han visto la luz, se han dado cuenta de que la O de sus siglas significa "obrero", y -aunque no creo que la cosa llegue tan lejos como para asumir que la huelga que ellos no secundaron les convierte en esquiroles de la peor calaña, y nos pidan perdón a los demás- siempre es bueno y gratificante tener esos compañeros de viaje, con la convicción de que una vez en el buen camino jamás se olvidarán de ello, nunca nos abandonarán. Eso es mucha gente. Mucha mucha. Y estarán todos ahí el Jueves, estoy seguro de ello.
La tercera es porque preveo que otra muchedumbre, la que tambien nos insultaba cuando la anterior huelga del personal de la pública, y que siguen viéndonos (a las encuestas me remito) como la principal fuente de ingresos para solucionar la crisis, que entonces no veían nada claro el tema, ahora incluso nos van a hacer el favor de dejarnos ir con ellos a su -quizás- primera huelga general. Ellos ya han demostrado una solidaridad patente con el profesorado de la pública (que haya sido cuando sus nenes han empezado a acusar los recortes es -seguro- coincidencia) en las bonitas, educadas y festivaleras manis precedentes. Gracias por dejarnos que os acompañemos, es todo un honor.
Por cierto, antes de que se me olvide, para los dos colectivos: dado que tantas veces habéis dicho que a los huelguistas nos pagan los sindicatos, os agradecería que me informarais de cómo hay que hacerlo, que uno es tan pringado que no ha tocado bola nunca.
Esta huelga, por tanto, va a ser un no parar de gente. Y uno, que ya lleva unas cuantas, no quiere perderse esta.
Nacho, no se si esto te ayuda a tomar una decisión, confío en que lo haga tanto como a mí mismo.
1 comentario:
Si señor, por esas y otras razones. Y una muy sencilla ¿soy un trabajador? ¿un consumidor? ¿un salvapatrias? ¿un pijosdalgo?.
LA RESPUESTA de Shakespeare: ¿Si nos pinchais ...acaso no sangramos?
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