Derecho al trabajo

A tí, que mañana, como todas las huelgas generales, defenderás con uñas y dientes tu derecho al trabajo (fíjate que me refiero a esa defensa en concreto, no a tu derecho a no secundar la huelga), te invito a que me contestes, si quieres, o que te contestes a tí mismo:

¿Cómo defiendes tú el trabajo, no el tuyo, sino el del resto de los trabajadores? ¿qué haces tú por ellos que no hagan los sindicatos -cualquier sindicato-?. ¿Qué crees que consigues tú defendiendo tu derecho a trabajar precisamente mañana?

Quienes de verdad están defendiendo, a su modo, con las herramientas que la Ley -la Constitución- pone en sus manos, el derecho a seguir trabajando para todos son quienes mañana secundarán la huelga. ¿Solo ellos? Claro que no. Hay muchas personas, o algunas, o varias, que mañana no irán a la huelga, y sin embargo toman acciones, iniciativas, colaboran, piensan, crean, para - a su modo también- intentar que no se nos cercenen más nuestros derechos.

Todos ellos, todos nosotros, también (aunque te pese, que se que te pesa, los sindicatos) no hacemos sino servirnos de las herramientas a las que tenemos acceso, o nos parecen más eficaces para conseguir un fin. Estamos luchando por el DERECHO AL TRABAJO, de los que no lo tienen y de los que lo tienen y lo perderán (por las condiciones impuestas de esta reforma labora) y por las condiciones de los que lo tienen y lo conservarán. Entonces ¿quién defiende mejor el interés de los que quieren ir a trabajar, no sólo mañana sino todos los días?

Tú, que irás mañana a trabajar defendiendo un derecho, que al ejercerlo te estás perjudicando, no quizá a corto plazo (pues no te descuentan el sueldo), pero sí con tu acción a todos, a medio y largo plazo, si es todo lo que haces, desde luego que no.

Dame otras razones, dime que te descuentan el sueldo (como a todos, porque no te creas que a mí, que llevo toda la vida afiliado, me lo paga el sindicato, que no). Si es por eso, plantéate que cualquiera de tus aficiones, por baratas que sean te cuestan una pasta y -a veces- un sacrificio, y no rechistas. Dime que te da miedo, porque te presiona tu empresa, y yo te creeré. No es difícil creerlo, porque pasa muy a menudo. Si puedes, denúncialo. Si no, créeme, yo te entiendo. Pero no revistas tu mala situación, que lamento, y con la que me solidarizo, con un halo de dignidad, que no hace sino cubrirte de indignidad.

 Y si de verdad eres de los convencidos (sois, al parecer, millones) de que no hay otra salida, de que la huelga no soluciona nada, de que hay que estar con Europa, te sintetizo una noticia de última hora: una persona que haya trabajado 45 años en un minijob en Alemania, tendría 139E de jubilación. La cifra total de afectados sería más o menos, de CINCO MILLONES. Imagina, Alemania, el modelo a seguir, el pais que dirige nuestras medidas económicas... Eso es todo, no pretendo convencerte, yo también tengo mis dudas. Pero hay algo en lo que no tengo ninguna, y es que tengo muy claro de qué lado estoy. ¿Y tú?

Huelga sí, huelga no ...

CochinillaQuizás ésta sea la ocasión en la que más me está costando tomar la decisión de secundar la huelga. Por muchas razones, algunas de las cuales ya ha citado en una buenísima -una más- entrada en su blog, mi amigo Nacho.

Sin embargo, son otras las razones que están inclinando la balanza hacia el lado del sí. Os contaré algunas de ellas, por si os sirven para reflexionar a vosotros:

La primera, y esta es siempre la más determinante en casi todas mis decisiones, es porque creo que es lo que debo hacer. Pienso que de no secundar la huelga, al día siguiente, triunfe ésta o no, yo voy a sentirme mal conmigo mismo. Eso es todo, esta razón no tiene más desarrollo que el que acabo de relatar.

La segunda es porque estoy deseando sentir el calor humano de la muchedumbre que no hace demasiado (me refiero a cuando secundé la última huelga general contra el paquete de reformas neoliberales del PSOE) no cejaron en el empeño de insultarnos, de llamarnos estómagos agradecidos, de acusarnos de insolidaridad con la izquierda (sic.) de este país, de atacar a los sindicatos...estoy seguro de que, derrota electoral mediante, y cual nuevos San Pablos, han visto la luz, se han dado cuenta de que la O de sus siglas significa "obrero", y -aunque no creo que la cosa llegue tan lejos como para asumir que la huelga que ellos no secundaron les convierte en esquiroles de la peor calaña, y nos pidan perdón a los demás- siempre es bueno y gratificante tener esos compañeros de viaje, con la convicción de que una vez en el buen camino jamás se olvidarán de ello, nunca nos abandonarán. Eso es mucha gente. Mucha mucha. Y estarán todos ahí el Jueves, estoy seguro de ello.

La tercera es porque preveo que otra muchedumbre, la que tambien nos insultaba cuando la anterior huelga del personal de la pública, y que siguen viéndonos (a las encuestas me remito) como la principal fuente de ingresos para solucionar la crisis, que entonces no veían nada claro el tema, ahora incluso nos van a hacer el favor de dejarnos ir con ellos a su -quizás- primera huelga general. Ellos ya han demostrado una solidaridad patente con el profesorado de la pública (que haya sido cuando sus nenes han empezado a acusar los recortes es -seguro- coincidencia) en las bonitas, educadas y festivaleras manis precedentes. Gracias por dejarnos que os acompañemos, es todo un honor.

Por cierto, antes de que se me olvide, para los dos colectivos: dado que tantas veces habéis dicho que a los huelguistas nos pagan los sindicatos, os agradecería que me informarais de cómo hay que hacerlo, que uno es tan pringado que no ha tocado bola nunca.

Esta huelga, por tanto, va a ser un no parar de gente. Y uno, que ya lleva unas cuantas, no quiere perderse esta.

Nacho, no se si esto te ayuda a tomar una decisión, confío en que lo haga tanto como a mí mismo.